En una respuesta del Gobierno central al diputado de Compromís, Ignasi Candela, sobre la situación de sequía que atraviesa el sur peninsular y las medidas que piensa adoptar el Ejecutivo, el Gobierno responde que «respecto a la provincia de Alicante y a la Región de Murcia, cabe destacar que se va a optimizar el funcionamiento de las plantas desaladoras, que en estos momentos de escasez hídrica se han convertido en una pieza fundamental del Plan Especial de Sequía».
Pero llama la atención, que a otra pregunta de Candela sobre el suministro de la planta de Mutxamiel, el Gobierno responda que no se ha suministrado agua porque no ha sido solicitada por los regantes, textualmente: «En relación con la pregunta de referencia, se informa que la desaladora de Mutxamel (Alicante) no suministró agua durante el año 2017, ya que los usuarios no han demandado suministro de caudal hasta la fecha». Lo cierto es que la desaladora de Mutxamiel, después de un desembolso de más de 90 millones de euros, funcionó durante un breve tiempo y desde hace unos años permanece inactiva, sin abastecer agua en los peores años de sequía a la espera de resolver las negociaciones para llegar a un convenio, por lo que, hay que recordar al Gobierno que la desaladora no puede abastecer agua porque se encuentra cerrada y no porque los agricultores no la hayan solicitado.
También el Gobierno, preguntado por la desaladora de Torrevieja y la ampliación del tendido de su línea eléctrica, una obra menor pero necesaria para duplicar la capacidad de esta planta, el Ejecutivo no concreta en su respuesta demostrando una vez más que no tiene un plan para paliar los efectos de la sequía cuando en otra respuesta ha asegurado que las desaladoras son fundamentales en el Plan Especial de la Sequía aprobado por el Congreso recientemente”, ha explicado Candela quien ha valorado de insultante el nulo interés que muestra el Gobierno sobre el tema.
Con estas declaraciones, el Gobierno vuelve a demostrar su inexistente compromiso con los agricultores y agricultoras, que castiga con la imposición de nuevos tasazos al agua en el caso del trasvase Tajo-Segura, un agua que pagarán les llegue o no. «Los problemas de sequía de los últimos años, la falta de inversiones y de políticas comprometidas para dar una solución real y urgente a esta situación insostenible, provocan un panorama insoportable y por eso hoy el Camp d’Elx se ha movilizado a Madrid para reclamar medidas urgentes al presidente Mariano Rajoy y visibilizar el problema que arrastra a miles de familias que viven de la agricultura», ha señalado el concejal de Medio Rural y Aguas del Ajuntament d’Elx por Compromís, Antonio García, quien ha acompañado hoy a los regantes en sus reivindicaciones en Madrid, junto al diputado Ignasi Candela y representantes del campo ilicitano.