La coalición se felicita porque el Consell impulse por fin una  reclamación histórica de Elx y Santa Pola y comience el fin de “una vía negra indigna para la tercera ciudad valenciana y para cualquier espacio urbano de calidad que se precie”, ha considerado la portavoz Mireia Mollà sobre una vía en la que se suelen registrar accidentes de tráfico y que según datos del Consell, ha llegado a registrar diariamente 16.000 vehículos.

Compromís vigilará porque el proyecto de mejora de la CV-865, que une Elx y Santa Pola, cumpla con los requisitos establecidos por la Generalitat Valenciana para que la nueva vía incluya un espacios reservados para el peatón y la circulación de bicicletas en esta obra.

La coalición se felicita porque el Consell haya respondido a esta reclamación histórica de ilicitanos y santapoleros, que volvió a entonarse el pasado 8 de octubre tras la reunión mantenida por la concejal de Turismo y Relaciones Institucionales de Elx y coportavoz de Compromís en las Cortes, Mireia Mollà, y la alcaldesa de Santa Pola, Yolanda Seva Ruíz.

 «Es un proyecto que sirve a las personas y cuya utilidad será percibida por la ciudadanía de ambas ciudades. La carretera es una vía negra indigna para la tercera ciudad valenciana y para cualquier espacio urbano de calidad que se precie”, ha considerado Mollà sobre unos municipios que viven de la mano.

Según datos de la Generalitat, la intensidad de tráfico de esta carretera puede llegar a registrar diariamente 16.000 vehículos como media, convirtiéndose en un ejemplo paradigmático de las diversas carreteras locales saturadas en la provincia de Alicante y que acaban por desbordarse en verano.