El 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer o Día de la Mujer Trabajadora, puede que algunos desconozcan que es fruto de ese fatídico día en el que más de un centenar de mujeres murieron calcinas en una fábrica mientras defendían sus derechos. Ciento ocho años más tarde, las mujeres seguimos ocupando un lugar desigual al de los hombres en cuanto a derechos laborales, entre otras injusticias.
Y es que las mujeres todavía resultamos excepciones ocupando altos cargos de empresas o administraciones públicas, sufrimos discriminación salarial en demasiadas ocupaciones… Según un reciente estudio de la Agencia Atlas, publicado con motivo del Día de la Igualdad Salarial, las mujeres cobramos un 24% menos que los hombres. En pleno siglo XXI parece inconcebible que esto ocurra, o al menos, a mí me lo parece, aunque el hecho de que así sea supone que lo inconcebible para algunos resulta norma aplicable.
Y debemos actuar con prontitud y sin excusas, porque los datos evidencian que esta discriminación no es atribuible a «una determinada generación que se educó en una sociedad ya superada». De ahí los datos que ofrece el Estudio de Emancipación Juvenil, que revela que las mujeres jóvenes somos las que más dificultades tenemos para emanciparnos porque existe un porcentaje superior de desempleo pero somos las que más cualificadas estamos académicamente.
Las mujeres nos negamos a cumplir otro centenario para alcanzar esta igualdad que se reivindica alrededor de todo el mundo, y es por eso que celebramos este día para homenajear la lucha de las mujeres por conseguir la igualdad, nuestro desarrollo como persona y la reivindicación de nuestros derechos, pero vamos a hacerlo con igual intensidad el resto de días del año.
He empezado este pequeño artículo haciendo un ejercicio de memoria, porque es justo que nuestro presente y futuro se construya también en la base del reconocimiento de aquellas mujeres que marcaron la diferencia en sus tiempos. Y es por eso por lo que detalles cómo la iniciativa de feminizar el callejero de Elx, es contribuir en esta lucha a favor de la igualdad. Desde el Ajuntament d´Elx queremos reconocer a ilicitanas ilustres y para ello vamos a nombrar nuevas calles y plazas. Escritoras, médicos, comunicadoras, profesoras, etcétera. La intención es rescatar y visibilizar la figura de estas mujeres que han destacado en procesos de desarrollo social, económico y cultural de nuestro municipio, y conseguir un callejero sin desigualdad.
Porque para las Naciones Unidas, el tema de 2016 para el Día Internacional de la Mujer es Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género, y es loable el paquete de acciones que se instan a desarrollar para conseguir este objetivo. Ahora bien, faltan 14 años para ese 2030 del 50-50? y conseguirlo no será cuestión de esperar a alcanzarlo como por arte de magia: más bien se trata de actuar hoy, seguir haciéndolo mañana, y así con intensidad cada uno de los días en nuestros entornos personales, laborales, sociales, económicos, políticos, para finalmente felicitarnos por pasar de un 8 de marzo de reivindicación al de conmemoración y gratitud a esas valientes mujeres que defendieron nuestros derechos.